La logística tiene dos perspectivas como “herramientas de la dirección”. La primera funcional y segunda modelo de gestión, por tal motivo no comparto totalmente la palabra herramienta, ya que limita a mí parecer el papel de la logística en la dirección. La logística comúnmente ha sido una función de la empresa, que funciona independiente a partir de las áreas: Suministro, Adquisición, Abastecimiento, Manipulación de Materiales, Transporte Interno, Almacén, Envase y Embalaje, Distribución, Transporte, Comercialización, y Postventa, entre otras. Dicho enfoque ha traído muchos conflictos en el flujo material con sus respectivas incomprensiones por demoras, costos y disminución del nivel de servicio inesperados, es decir, una falta de competitividad por la baja rotación de capital.
La evolución de la empresa basada fundamentalmente en la aplicación de la teoría de sistema nos ha obligado a la comprensión de la necesidad de integración de muchas actividades en el ámbito horizontal y vertical de la empresa que ha determinado la inclusión de actividades del flujo informativo asociado tales como: Compra, Venta, Servicio al Cliente, Pedidos, Recepción y Expedición, Control de Existencias, Sistemas de Inventario, Planificación de la Producción, Evaluación de Proveedores y Rendimiento de Clientes y a su vez actividades de cierre del flujo monetario financiero tales como: cuentas por cobrar y las cuentas por pagar. El despliegue de varias herramientas, métodos y modelo de la gestión financiera, calidad, marketing y aprendizaje organizacional ha ido articulando a muchas decisiones de nivel operativo y táctico al ápice estratégico para evitar una traducción errónea de las estrategias de la compañía. En correspondencia, la dirección de la empresa más exitosa culminó con la comprensión de la logística como un sistema, que como dice el profesor Acevedo: “es una red de unidades autónomas y coordinadas”, convirtiéndose en un nuevo paradigma para la dirección de la empresa, la logística integral.
No obstante, los procesos evolutivos continúan suscitándose en la logística, integrando así los proveedores de tercer, segundo y primer nivel mediante las cadenas de suministro, a partir que muchos de los despilfarros (excesos, irregularidades y desechos) corriente abajo eran causados por los proveedores corriente arriba. En correspondencia, el problema logístico deja el ámbito empresarial y se transforma en un problema de cadena. Los primeros en la comprensión fueron los sistemas de calidad de la Organización Internacional de Estandarización de la familia 20 000 a 29 999. Por ejemplo, la norma ISO-22 000, enfocada en la gestión de la inocuidad de los alimentos, la ISO-26 000 Responsabilidad social de las organizaciones, la ISO 27 000 Sistemas de Gestión de la Seguridad de la Información y la ISO 28 000 Seguridad de Riesgos en la cadena de suministros. Hoy la dirección de la empresa tiene un gran reto que es la alineación de diferentes áreas de resultado clave de empresas con disimiles cultura organizacional y niveles de desarrollo a un objetivo común, sin ser “monotoista”. Los consejos podrían ser la forma organizacional como una solución que podrían abarcar los intereses estratégicos de cada organización participante. La transformación de la función en subsistemas y de estos en sistema logístico empresarial culmina una primera etapa de desarrollo de la logística como “herramienta de la dirección” que abarca la cadena de valor simple. La ampliación a una cadena de valor extendida, donde se involucra más de una empresa se transforma en un modelo de gestión de la cadena de suministro que todavía se está enriqueciéndose con las mejores prácticas en la dirección de empresa.
Líderes del Equipo de Desarrollo : Ing, Luis E. Garcia y Lic. Dayron R. Glez