La respuesta a su interrogante podría estar dada desde dos perspectivas: (1) epistemológica e (2) histórica lógica. La primera se establece por los términos eje y corredor donde los ejes son franjas multinacionales de territorio donde se concentran espacios naturales, asentamientos humanos, zonas productivas y flujos comerciales, mientras que los corredores son los ejes centrales de las redes de transporte que une los principales centros de articulación y convergen los flujos de mercancías y pasajeros. La comparación de ambos términos establece como semejanza el espacio como un elemento dinámico, donde el eje hace su intervención mediante variables de desarrollo tecnológico (Infraestructura Física, Energía, Comunicaciones y Logística), social (Educación, Salud, Ambiente y Políticas Integradas y económico (técnico y productividad) y el corredor ejerce su influencia sobre las normas y prácticas comerciales y financieras, exigencias gubernamentales, infraestructura, vehículos, equipos e instalaciones y actores. En correspondencia ambos términos favorecen a una visión más integral de la infraestructura, proyectos dentro de una planificación estratégica, actualización de los sistemas regulatorios e institucionales cantonales, provinciales y nacionales que norman el uso de la infraestructura, políticas, armonización de las planes y marcos regulatorios e institucionales entre los estados, valorización de la dimensión ambiental y social de los proyectos, mejora de la calidad de vida y las oportunidades de las poblaciones locales, mecanismos de participación y consulta, generación de la mayor cantidad posible de impactos locales de desarrollo, nuevos mecanismos regionales para la programación, ejecución y gestión de proyectos y configuración específica de riesgos de cada proyecto. La diferencia se ubica en la categoría, donde los ejes son preferentemente corredores formales que tienden a ser construcciones tratando de ampliar la inversión y planificación de los agentes públicos y privados en ellas. En muchas ocasiones, una forma de gobernabilidad, o al menos un foro, ha sido puesto en el área de influencia. Mientras, los Corredores Comerciales y de Transporte son preferentemente una estructura existente de flujos a lo largo de alguna infraestructura. El corredor es así una realidad operacional.
Como tal, tanto los corredores como los ejes son una estructura fundamental que da forma al desarrollo económico. Los aportes económicos se concentran en una mayor capacidad que soportan grandes volúmenes comerciales y basados en el principio de las economías de escala favorecen así al transporte, una mejor integración entre la producción y la distribución debido a su eficiente costo y eficaz tiempo y una mayor fiabilidad de la distribución debido al funcionamiento del transporte, pero también debido a una gobernanza más coordinada (como la identificación de la infraestructura crítica) y flujos fronterizos más eficientes (para corredores transnacionales).
El análisis de la perspectiva histórico lógica nos indica que la mayoría de los corredores y ejes han surgido dentro de un marco de integración regional como es la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y Comunidad Económica Europea (CEE). Los resultados han estado marcados por la madurez de las sociedades regionales en la integración económico- social, como se puede apreciar en los Corredores Panaeuropeos iniciándose en la Conferencia de Creta de marzo, 1994 y las redes trans-europeas de transportes en julio de 1996 ya visualizándose más tarde la integración entre ambos sistemas al incorporársele la mayoría de los países del este europeo a la CEE. Así mismo ha ocurrido más recientemente a inicios de la primera década del siglo XXI con los cuatro corredores comerciales norteamericanos: Pacífico, Oeste, Este y Atlántico, donde se han formando coaliciones de intereses para promover circuitos de transportes particulares, desarrollar las infraestructuras de dichos circuitos y proponer arreglos jurisdiccionales para facilitar el paso de las fronteras. Estas coaliciones reúnen a empresas, agencias gubernamentales, organismos civiles, metrópolis, comunidades rurales o incluso individuos que desean fortalecer el polo comercial de su región. De hecho, su maduración económica y social es más tardía ya que su gestión responde a intereses regionales no federales. En el caso nuestro se desarrollan los ejes que se vinculan con el alcance de los organismos de integración regionales: Comunidad Andina (CAN) y Mercado Común del Sur (Mercosur). De hecho, el Eje de Integración y Desarrollo Andino está en funcionamiento, mientras que el Eje de Integración y Desarrollo del Amazonas su desempeño es muy limitado.
En fin, cualquiera que sea la denominación podría ubicarse el Proyecto Manta Manaos como: Eje de Integración y Desarrollo, Corredor Comercial o Corredor de Transporte debido a que la finalidad es la articulación del territorio con el resto de la región, planificar las inversiones y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.